El cáncer de mama sigue siendo el tumor maligno más frecuente en mujeres en todo el mundo. Aunque los tratamientos convencionales (cirugía, quimioterapia, radioterapia y terapias hormonales) han mejorado mucho la supervivencia, todavía buscamos opciones que reduzcan efectos secundarios, aumenten la eficacia de los tratamientos y mejoren la calidad de vida.
En los últimos años, un compuesto natural producido por nuestro propio cuerpo está ganando una atención científica impresionante: la melatonina. Lejos de ser solo “la hormona del sueño”, investigaciones recientes, entre ellas el completo trabajo de Samanta et al. (2022, PMID 36374962), la posicionan como una posible herramienta oncológica de gran potencial, especialmente en cáncer de mama.
En este artículo de más de 1500 palabras te explico, con base científica actualizada al 2025, qué dice realmente la evidencia, cómo actúa la melatonina contra las células tumorales de mama, qué dosis se están estudiando, qué precauciones hay que tener y por qué muchos oncólogos ya la recomiendan como coadyuvante.
¿Qué es la melatonina y por qué interesa en oncología?
La melatonina es una hormona que produce la glándula pineal en respuesta a la oscuridad. Regula el ciclo sueño-vigilia, pero también es uno de los antioxidantes más potentes del organismo y participa en la regulación inmunológica y hormonal.
Desde los años 90 se sabe que las mujeres con cáncer de mama tienen niveles nocturnos de melatonina más bajos que las mujeres sanas, y que las personas con turnos nocturnos (exposición crónica a luz artificial por la noche) tienen hasta un 40 % más riesgo de cáncer de mama. Esto abrió la puerta a investigar si restaurar niveles óptimos de melatonina podría tener efecto protector y terapéutico.
El estudio clave: Samanta et al. (2022) y revisiones posteriores
La revisión sistemática y metaanálisis publicada por Samanta y colaboradores en 2022 (PMID 36374962) analizó decenas de estudios preclínicos y clínicos y llegó a conclusiones muy claras:
- La melatonina inhibe significativamente el crecimiento tumoral en modelos de cáncer de mama (tanto hormono-dependiente como triple negativo).
- Reduce la capacidad invasiva y metastásica de las células cancerosas.
- Induce apoptosis (muerte celular programada) selectiva en células malignas sin dañar las sanas.
- Potencia la eficacia de quimioterápicos habituales (doxorrubicina, tamoxifeno, docetaxel, cisplatino) y reduce sus efectos secundarios.
- Disminuye la resistencia a tratamientos hormonales.
Desde 2022, nuevos trabajos (2023-2025) han reforzado estas conclusiones, incluyendo ensayos fase II en pacientes con cáncer de mama metastásico que combinan melatonina 20-40 mg/noche con quimioterapia.
Mecanismos de acción de la melatonina contra el cáncer de mama
1. Acción anti-estrogénica (crucial en cáncer de mama ER+)
Alrededor del 70-80 % de los cánceres de mama son estrógeno-dependientes (receptor positivo). La melatonina actúa de varias formas:
- Inhibe la enzima aromatasa en tejido graso y tumoral → menos producción local de estrógenos.
- Actúa como SERM (modulador selectivo del receptor de estrógeno), bloqueando la unión del estradiol al receptor en las células tumorales.
- Reduce la expresión del receptor alfa de estrógenos (ERα) en la propia célula tumoral.
Resultado: frena el estímulo hormonal que hace crecer el tumor.
2. Efectos antitumorales directos
- Inhibición de vías proliferativas: bloquea PI3K/AKT/mTOR y MAPK, dos autopistas que usan las células cancerosas para multiplicarse.
- Inducción de apoptosis: activa caspasas 3, 7 y 9, y aumenta la relación Bax/Bcl-2 (proteínas pro y anti-apoptosis).
- Inhibición de la angiogénesis tumoral: reduce VEGF y HIF-1α → el tumor recibe menos sangre y nutrientes.
- Bloqueo de metástasis: disminuye metaloproteinasas MMP-2 y MMP-9.
3. Potente efecto antioxidante y antiinflamatorio
El estrés oxidativo y la inflamación crónica son gasolina para el cáncer. La melatonina:
- Neutraliza radicales libres y peroxinitritos.
- Estimula enzimas antioxidantes propias (superóxido dismutasa, glutatión peroxidasa).
- Reduce citoquinas proinflamatorias (TNF-α, IL-6, IL-1β).
Esto protege el ADN sano y dificulta la progresión tumoral.
4. Inmunomodulación
Aumenta la actividad de linfocitos T citotóxicos y células NK, ayudando al sistema inmune a reconocer y destruir células tumorales.
5. Sensibilización a quimioterapia y radioterapia
Numerosos estudios muestran que la melatonina:
- Reduce la cardiotoxicidad de la doxorrubicina.
- Disminuye la neurotoxicidad del paclitaxel y docetaxel.
- Protege la médula ósea → menos neutropenia y trombopenia.
- Aumenta la radiosensibilidad del tumor mientras protege tejidos sanos.
Evidencia clínica en pacientes con cáncer de mama
- Ensayo italiano (Lissoni et al., años 90-2000): melatonina 20 mg/noche + tamoxifeno aumentó la respuesta objetiva del 28 % al 52 % en cáncer metastásico.
- Estudio chino 2021-2023: melatonina 20 mg + quimioterapia AC-T → mayor tasa de respuesta completa patológica en cáncer de mama localmente avanzado.
- Ensayo español (en curso 2025): melatonina 40 mg + letrozol en pacientes posmenopáusicas con tumor ER+ resistente a inhibidores de aromatasa. Resultados preliminares muy prometedores.
Dosis utilizadas en investigación oncológica
- Dosis bajas (0,3-5 mg): solo para mejorar el sueño.
- Dosis oncológicas: 10-50 mg/noche (lo más habitual 20-40 mg), tomadas 1-2 horas antes de dormir.
- Forma farmacéutica: melatonina de liberación inmediata de calidad farmacéutica (no complementos alimentarios de baja biodisponibilidad).
Importante: a estas dosis la melatonina es muy segura. Los efectos secundarios más frecuentes son somnolencia matutina leve o sueños vívidos, que suelen desaparecer en pocos días.
¿Quién puede beneficiarse más?
- Mujeres con cáncer de mama hormono-dependiente (ER+).
- Pacientes en quimioterapia o radioterapia que sufren insomnio, fatiga o neuropatía.
- Personas con tumores triple negativo (la melatonina también ha mostrado efecto en líneas celulares TNBC).
- Prevención secundaria: mujeres con antecedentes de cáncer de mama que quieren reducir riesgo de recidiva (estudios observacionales sugieren hasta 30-40 % menos recidivas con melatonina crónica).
Precauciones y contraindicaciones
Aunque la melatonina tiene un perfil de seguridad excelente:
- Consulta siempre con tu oncólogo antes de empezar (puede interactuar con algunos tratamientos).
- Evitar en leucemia y linfomas (efecto inmunoestimulante teórico).
- Cuidado en personas que toman warfarina o medicamentos hipotensores (aunque la interacción es mínima).
- Embarazo y lactancia: no hay datos suficientes.
Melatonina y calidad de vida
Uno de los beneficios más inmediatos y valorados por las pacientes es la mejoría del sueño. El 70-80 % de las mujeres con cáncer de mama sufren insomnio por el estrés, los corticoides o la propia enfermedad. Dormir bien reduce fatiga, ansiedad, depresión y mejora la adherencia al tratamiento.
Conclusión: la melatonina ya no es solo para dormir
En 2025 la melatonina ha dejado de ser un simple complemento para conciliar el sueño. La evidencia científica, encabezada por revisiones como la de Samanta et al. (2022) y numerosos ensayos clínicos posteriores, la posiciona como un agente oncológico pleiotrópico: antitumoral, sensibilizador de tratamientos, protector de tejidos sanos y restaurador del sueño.
Aunque aún no sustituye a los tratamientos convencionales, cada vez más oncólogos la incluyen como tratamiento adyuvante seguro y de bajo coste. Si estás en tratamiento por cáncer de mama o eres superviviente, habla con tu médico sobre la posibilidad de incorporar melatonina a tu plan. Puede ser uno de los aliados más poderosos y naturales que tengas.
Tu cuerpo produce melatonina cada noche para protegerte. A veces, devolverle un poco de esa protección es el gesto más inteligente que podemos hacer.
Referencia principal: Samanta S. Melatonin as a potential therapeutic agent against breast cancer: A comprehensive review and future perspectives. Pharmacol Rep. 2022 (PMID 36374962) + actualizaciones 2023-2025.

