Remedios naturales en la medicina antigua en la época de resfriados y gripe

   En la medicina antigua, mucho antes de los avances farmacéuticos modernos, las civilizaciones confiaban en plantas, minerales y técnicas tradicionales para tratar desde simples resfriados hasta enfermedades más complejas.

   Estas prácticas, transmitidas de generación en generación, no solo reflejan un profundo conocimiento del entorno, sino también una conexión íntima con los recursos que la Tierra ofrece. En la Antigua Grecia, Hipócrates, considerado el padre de la medicina, promovía el uso de hierbas y una dieta equilibrada para restaurar la armonía del cuerpo. En China, la medicina tradicional empleaba ingredientes como el jengibre y la miel para fortalecer el sistema inmunológico. Los egipcios, por su parte, utilizaban ajo y cebolla por sus propiedades antibacterianas. Estos remedios, lejos de ser meras supersticiones, estaban basados en la observación y la experiencia, y muchos han sido validados por la ciencia moderna.

Hoy en día, aunque contamos con medicamentos avanzados, los remedios naturales siguen siendo una opción popular por su accesibilidad y su enfoque holístico. 

   A continuación, exploraremos tres ejemplos de remedios naturales usados históricamente para combatir males comunes como la gripe y el resfriado, que aún pueden ser útiles en nuestro día a día.

  1. Infusión de jengibre con miel y limón: El jengibre ha sido un pilar en la medicina china y ayurvédica durante siglos. Para la gripe o el resfriado, una infusión preparada con raíz de jengibre fresco, jugo de limón y una cucharada de miel era un remedio típico. El jengibre ayuda a descongestionar y tiene propiedades antiinflamatorias, el limón aporta vitamina C y la miel suaviza la garganta y actúa como antimicrobiano natural. Solo necesitas hervir rodajas de jengibre en agua, añadir el limón y la miel al gusto, y tomar esta bebida caliente para aliviar los síntomas.
  2. Caldo de ajo: En el Antiguo Egipto y en la Europa medieval, el ajo era valorado por su capacidad para combatir infecciones. Un caldo simple hecho con ajo triturado, agua y un poco de sal se usaba para fortalecer el cuerpo durante los resfriados. El ajo contiene alicina, un compuesto con propiedades antibióticas y antivirales. Para prepararlo, hierve varios dientes de ajo en agua durante 10-15 minutos y bébelo como sopa o inhala su vapor para despejar las vías respiratorias.
  3. Saúco en infusión o jarabe: Las bayas de saúco eran un remedio común entre los pueblos europeos y nativos americanos para tratar fiebres y resfriados. Ricas en antioxidantes y con efectos antivirales, se preparaban en infusiones o jarabes caseros. Para una infusión, hierve las bayas secas (o usa flores de saúco) en agua, cuela el líquido y endulza con miel si lo deseas. Este remedio es ideal para reducir la duración de la gripe y aliviar la congestión. Estos ejemplos nos recuerdan que la naturaleza ha sido una aliada constante en la historia de la salud humana. Aunque siempre es recomendable consultar a un profesional antes de probar tratamientos, incorporar algunos de estos remedios puede ser una forma sencilla y efectiva de complementar nuestro bienestar.

Un saludo,

Tribu Naturals

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